Victor Ponta ya no es primer ministro de Rumanía, tal como pedían miles de personas, pero ahora debe rendir cuentas ante la justicia. Tras renunciar
Victor Ponta ya no es primer ministro de Rumanía, tal como pedían miles de personas, pero ahora debe rendir cuentas ante la justicia.
Tras renunciar al cargo horas después del incendio mortal en una discoteca de Bucarest, este viernes ha comparecido por primera vez en un tribunal de la capital. Allí ha tenido lugar una audiencia preliminar de su proceso por cargos de blanqueo de capitales, complicidad para la evasión fiscal e infracciones de falsedad documental en escritura pública
“Ha sido una declaración simple. Si hubiera tenido la oportunidad de hablar previamente con el fiscal, probablemente el caso no estaría abierto. Agradezco al tribunal que me haya dado esta oportunidad”, dijo Ponta.
Mientras tanto, el presidente de Rumanía, Klaus Iohannis, sigue realizando consultas para nombrar a un nuevo primer ministro, que sustituiría al interino Sorin Campeanu, que ocupa el cargo tras la salida de Ponta. Los liberales de la oposición piden adelantar unas elecciones previstas para diciembre de 2016. Un escenario que tendrá lugar si el Parlamento no logra elegir a un nuevo primer ministro en las dos oportunidades que tendrá para ello.