Tras la batalla en la que los peshmergas arrebataron la ciudad de Sinjar a las fuerzas islamistas localizaron instalaciones que servían para ponerse
Tras la batalla en la que los peshmergas arrebataron la ciudad de Sinjar a las fuerzas islamistas localizaron instalaciones que servían para ponerse a salvo de los bombardeos.
La ciudad iraquí de Sinjar tuvo antes de la guerra más de 300.000 habitantes. Está situada en Nínive, el noroeste de Irak. Es un punto estretégico por su cercanía con las fronteras siria y turca.
Los combatientes kurdos encontraron restos de cajas de munición, más de noventa bombas almacenadas, analgésicos y antibióticos en una red subterránea de setenta túneles que recorre la ciudad. Una construcción que permite burlar a los islamistas los bombardeos de distintas fuerzas.
Algo de lo que los combatientes peshmergas habían tenido noticia como explica el responsable de Sinjar.
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“Hace unos meses, recibimos información de fuentes fiables que indicaba que los islamistas habían traído 700 personas detenidas en las aldeas de Tal Afar y otras zonas alos que pagaban unos 30 euros diarios. Cavaban tantos túneles en como se destruía por completo la infraestructura de Sinjar. Hay un túnel debajo de cada callejón, calle y edificio público “.
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Los túneles no están solo en Sinjar, es una práctica continua del llamado estado islámico conra drones y bombardeos.
Fuera, al aire libre, donde hubo una populosa ciudad no quedan más que cascotes al sol.
