Tras permanecer 25 días atrincherado en un templo, el líder sindicalista surcoreano, Han Sang-gyun, se entrega a la policía. Un millar de agentes
Tras permanecer 25 días atrincherado en un templo, el líder sindicalista surcoreano, Han Sang-gyun, se entrega a la policía.
Un millar de agentes han sido movilizados en las proximidades del templo de la orden Jogye, el más famoso de Seúl, ante la atenta mirada de decenas de ciudadanos.
El presidente de la Confederación de Sindicatos de Corea fue señalado por la policía como uno de los instigadores de los actos violentos producidos en la protesta masiva del 14 de noviembre contra la reforma laboral. Dos días después, en lugar de acudir a la citación judicial, decidió buscar refugio en el templo.
En Corea del Sur, país sumido en una creciente conflictividad social, es habitual que los líderes de movimientos sociales perseguidos busquen protección en templos e iglesias.