El efecto dominó del cierre de fronteras llega a Dinamarca. Copenhague ha restablecido los controles fronterizos provisionales con Alemania horas
El efecto dominó del cierre de fronteras llega a Dinamarca. Copenhague ha restablecido los controles fronterizos provisionales con Alemania horas después de que Suecia hiciera lo propio en sus fronteras para frenar la oleada de refugiados procedentes de Siria, Irak y Afganistán.
El primer ministro danés, Lars Rasmussen ha justificado y lamentado al mismo tiempo este paso opuesto al espíritu Schengen: “si la Unión Europea no puede proteger las fronteras exteriores, cada vez más países se verán obligados a introducir el control temporal en las fronteras interiores. Esto es algo que tenemos que tomar muy en serio, ya que tendrá un impacto negativo en la prosperidad . Soy un verdadero creyente de la libertad de movimiento. Este no es un momento feliz en absoluto”.
Rasmussen ha justificado la medida alegando que tras la decisión de Estocolmo existe un riesgo grave de que inmigrantes ilegales se queden en Dinamarca. El mandatario ha añadido que su país seguirá aceptando solicitantes de asilo siempre, pero ha advertido que no dejaran entrar a nadie sin documentación.
La medida, que estará en vigor durante diez días prorrogables y se aplicará de forma aleatoria, era una de las reclamaciones del ultranacionalista Partido Popular Danés, el principal aliado parlamentario del Gobierno liberal en minoría. El Líder de los ultranacionalistas ha calificado la decisión de “paso en la dirección correcta”.