El miedo no es buen compañero de los derechos humanos. Es la conclusión de Human Rights Watch en el informe anual que este miércoles ha presentado en
El miedo no es buen compañero de los derechos humanos. Es la conclusión de Human Rights Watch en el informe anual que este miércoles ha presentado en Estambul. Según la organización, el temor al terrorismo y a los refugiados ha impulsado políticas opresoras en los gobiernos occidentales que no sólo socavan las libertades de los ciudadanos, sino que además son una bomba de relojería.
“El creciente temor al terrorismo en Europa ha dejado paso a una explosión de islamofobia”, explica Kenneth Roth, director ejecutivo de Human Rights Watch (HRW) , “Y los refugiados y otros inmigrantes se han convertido en chivos expiatorios. Como medida antiterrorista, la islamofobia es lo último que podríamos desear. Es un sentimiento malo de por si, pero además es exactamente lo que quiere el Dáesh. Si yo fuera un terrorista y estuviera buscando la atmósfera perfecta para reclutar a gente, lo primero que haría es fomentar la división en Europa, intentaría propiciar un ambiente de islamofobia para que los musulmanes de Europa se sientan cada vez más aislados”.
Además de analizar la situación en Europa, el informe también alerta de la regresión que están experimentando otros setenta países en materia de derechos humanos, haciendo hincapié en Rusia, China y Turquía, donde se estarían alcanzado niveles de represión de una intensidad desconocida desde hace décadas.
KEN ROTH INFORME MUNDIAL 2016 HRW: https://t.co/UTKCEHrCVG via
YouTube</a></p>— Human Rights Watch (
hrw_espanol) 27 Janvier 2016