En Bélgica continúan las operaciones antiterroristas. En las últimas horas las autoridades belgas han detenido en el distrito bruselense de Uccle a
En Bélgica continúan las operaciones antiterroristas. En las últimas horas las autoridades belgas han detenido en el distrito bruselense de Uccle a tres personas más para interrogarlas por su presunta conexión con los atentados de noviembre en la capital francesa.
Una investigación que transcurre en paralelo con la que se está llevando a cabo por los del pasado 22 de marzo en Bruselas. La Justicia belga ha inculpado a otras dos personas. Dos hermanos, Smail F. e Ibrahim F, que se habrían encargado de alquilar y limpiar el piso franco del que partió el comando que perpetró el ataque contra el metro, en el que intervino el pequeño de los el Bakraoui.
El piso en el que vivía habitualmente ha sido inspeccionado minuciosamente por la policía. Sus vecinos siguen sin creer que allí pudiera haber un terrorista. “El hombre era simpático, casi más amable que la media. Siempre te saludaba con un ‘buenos días’ o un ‘hasta luego’. Da miedo pensar lo que ha ocurrido. Estaba bajo nuestras narices y no nos dimos cuenta”, señala.
Mientras tanto el aeropuerto internacional de Zaventem sigue sin recuperar la normalidad. Este martes un vehículo sospechoso obligó a cerrar los accesos que llevan a él y por si eso fuera poco una huelga de controladores provocó importantes perturbaciones tanto en el de Zaventem como en aeropuerto de Charleroi.