Caballeros luchando espada o maza en mano en pleno siglo XXI

Praga ha sido escenario de los Campeonatos Mundiales de Combate Medieval. 700 guerreros de 30 países, equipados con armaduras y replicas de las armas, se batieron en unos enfrentamientos que pretenden reflejar lo más fielmente posible la crudeza de las batallas de la época.
“No es tan peligroso como parece. Es tan peligroso como cualquier otro deporte de contacto. Las lesiones son similares a las que se puede sufrir en fútbol o en hockey sobre hielo”, explicaba el líder del equipo checo Tomas Gajdosik.
Unos árbitros especializados se encargan de la seguridad en los combates, en los que vale casi todo. De hecho, no hay nada prohibido, excepto apuñalar o doblar las articulaciones de un rival contra su sentido natural.
La victoria final fue para Rusia.