Ni los polítólogos del país tienen una idea clara de dónde puede acabar este tortuoso episodio de la política brasileña
PUBLICIDADEn menos de 24 horas, el Congreso paralizó primero la votación de la destitución- prevista para el miércoles- y después el Senado la mantuvo. La destitución, pues, queda en el aire y ni los polítólogos del país tienen una idea clara de dónde puede acabar este tortuoso episodio de la política brasileña.
Renan Calheiros, Presidente del Senado, anunciaba así que se mantenía la fecha prevista, el miércoles.
“ No le compete al Presidente del Senado decir si es justo o injusto, sino al pleno de la cámara, a todos los senadores reunidos”
De haber votación y si una mayoría aprueba iniciar el proceso, Rousseff sería apartada temporalmente del cargo durante 180 días mientras se le juzgara. La Presidenta denuncia un golpe, una maniobra de sus enemigos políticos para deshacerse de ella manipulando la ley:
Dilma Rousseff, Presidenta de Brasil:
“ Para cambiar el rumbo de lo que va a hacerse hasta 2018, sólo hay una manera de cambiar el programa del Gobierno: a través de unas elecciones directas”
¿Cuál será el próximo paso en este embrollo judicial e institucional que crispa al país? La mayor parte de los expertos cree que los diputados aliados del Gobierno presentarán un recurso, lo que obligaría al Tribunal Supremo Federal a pronunciarse in extremis sobre si el proceso regresa al Congreso o sigue adelante en el Senado.