Con su inesperada marcha, Nigel Farage consigue otro importante golpe de efecto.
Con su inesperada marcha, Nigel Farage consigue otro importante golpe de efecto. Uno más de este extrabajador del mercado financiero londinense de 52 años, dicharachero, xenófobo, populista, racista, amante de su pub de toda la vida y de dar titulares a la prensa.
Today I have decided to stand aside as Leader of
UKIP</a>. I have got my country back, now I want my life back <a href="https://t.co/gUiXrfBQnP">https://t.co/gUiXrfBQnP</a></p>— Nigel Farage (
Nigel_Farage) 4 de julio de 2016
Fue miembro del partido conservador británico hasta la firma del tratado de Maastricht que integraba más a su país en la Unión Europea, en 1992. Un año después cofundó el UKIP, cuya principal misión, el brexit, ya está cumplida. Días después del referéndum escupió su éxito y su erurofobia en Bruselas ante unos eurodiputados resentidos y atónitos.
“¿No es gracioso? Cuando vine aquí, hace 17 años y dije que quería liderar una campaña para sacar al Reino Unido de la Unión Europea, se rieron de mí. Bueno, ¿a que ahora ya no se ríen?
Ahora sé que ninguno de ustedes ha tenido nunca un verdadero trabajo en su vida, ni ha trabajado en negocios, en el comercio, ni siquiera han creado un puesto de trabajo”.
Just spoke in the European Parliament, they were pleased to see me as you can tell.https://t.co/7TRJlBXLJl
— Nigel Farage (@Nigel_Farage) 28 de junio de 2016
Dice que ahora que ya ha recuperado su país para los británicos, le toca recuperar su vida. Asegura que su partido, con un solo diputado en la cámara de los comunes, conocerá días mejores. Sobre todo después de que el resultado del referéndum haya dejado tambaleando la estructura interna de tories y laboristas, y haya creado una profunda división entre sus compatriotas.