Estados Unidos expulsó del Ejército al asesino de Dallas por abusos sexuales a una soldado en Afganistán

Las investigaciones del FBI retratan a Micah Xavier Johnson, el francotirador que mató a cinco agentes el pasado jueves en Dallas, como un joven solitario que vivía con su familia, a quien no le interesaba la política, pero seguía en las redes sociales a varios grupos del “movimiento negro”. Fue expulsado de Ejército acusado de abusos sexuales a una compañera durante una misión en Afganistán. Su madre ha relatado que su hijo estaba muy “decepcionado” con la experiencia militar.

La masacre ha paralizado la campaña electoral entre Hillary Clinton y Donald Trump y ha hecho a Obama volver antes de lo previsto de su viaje a España.

Donald Trump, el virtual candidato republicano a la presidencia estadounidense, ha utilizado el suceso para dar rienda a su retórica “de la ley y el orden” y sacar réditos electorales. “La policía estadounidense y el personal de las fuerzas de seguridad son los que marcan la diferencia entre la civilización y el casos total y la destrucción de nuestro país tal y como lo conocemos”, ha dicho el magnate. Trump ha pedido que cese la hostilidad contra la policía y contra todos los miembros de los cuerpos del orden.

El cuerpo de policía de Dallas y en todo en país tiene la sensación de que se han intensificado las amezanas, según ha explicado un policía. El mismo agente relató quee él y su familia recibieron amenazas de muerte poco después del tiroteo. El cuerpo policial se ve amenazado pero también cuestionado por la forma en la que acabaron con la vida del asesino, mediante un robot bomba con control remoto. Adosaron explosivos, lo llevaron junto al agresor e hicieron saltar la carga. Era la primera vez que se utlizaba un robot para matar a una persona en Estados Unidos, normalmente son usados en zonas de combate.