El conductor tunecino, autor de la matanza de Niza el pasado jueves, podría haber tenido algún contacto con islamistas radicales, pero su perfil parece alejarse del de un terrorista…
El conductor tunecino, autor de la matanza de Niza el pasado jueves, podría haber tenido algún contacto con islamistas radicales, pero su perfil parece alejarse del de un terrorista yihadista.
“Si se radicalizó tuvo que ser rápidamente”, ha asegurado el ministro de Interior francés, Bernard Cazeneuve.
Los vecinos del barrio de Niza donde Mohamed Lahouaiej Bouhlel residía desde hace año y medio le describen como un delicuente de poca monta:
“Todo lo que sé es que este hombre no tiene nada que ver con los islamistas, ni Al Qaeda, Dáesh (Estado islámico), ni nada de eso. Él era una persona que bebía, fumaba, robaba de vez en cuando…comía y trabajaba. Estaba separado de su esposa y vivía solo en este barrio. Se le veía a menudo en bicicleta e iba a la playa como cualquiera. Fumaba porros, y también robaba bicicletas”, explica Wissam.
En la ciudad natal del agresor, en Msaken, al noreste de Túnez, la familia de Bouhlel se muestra sorprendida de lo ocurrido:
“Mohamed tenía un trabajo y estuvo casado con mi prima durante nueve años. Luego se fue a Francia para trabajar de conductor, tenían dos hijos y una hija. Nunca dijo que fuera capaz de hacer una cosa así. La familia sigue sin creerse lo que ha pasado”, manifiesta su primo y excuñado, Jaber Bouhlel.
Según algunos medios británicos, Bouhlel habría realizado una transferencia de cerca de 100.000 euros a su familia, días antes de ser abatido por la policía tras haber embestido a una multitud en un paseo marítimo de Niza durante los festejos de la fiesta nacional francesa.