Las televisiones y medios de toda Europa se han hecho eco de los recientes ataques en Francia.
PUBLICIDADLas televisiones y medios de toda Europa se han hecho eco de los recientes ataques en Francia. ¿Deben revelarse caras y nombres? ¿O bien ha de plantearse la cuestión del anonimato de los autores de atentados?
El debate ha surgido estos días en Francia y Suiza, donde diversos medios han decidido no publicar los rostros de terroristas para evitar la propaganda y el efecto de glorificación póstuma.
En Francia, el tema es muy polémico, señal de que el país se haya conmocionado ante los hechos y los fallos de seguridad. El tratamiento mediático es muy comentado en Francia. ¿Hay que tomar una distancia? ¿Hay que mostralo todo? La opinión pública oscila entre el deseo de saber y la necesidad de intimidad y dignidad de las víctimas, para que puedan expresar su dolor lejos de las cámaras. Al rechazo ante estos actos y sus autores, hay que añadir la preocupación por la seguridad. ¿No existe un riesgo de hacer apología de esta violencia al publicar esas fotografías de manera anodina?
Esta polémica sobre qué información ofrecer a la opinión pública ha dividido al panorama mediático francés.
El diario Le Monde, la cadena de televisión privada BFM, y radios como Europe 1 y RFI, entre otros han optado por difuminar los rostros.
El director del vespertino Le Monde ha declarado que “el diario no publicará las fotografías de los autores de matanzas, para evitar posibles efectos de glorificación póstuma”. La televisión privada BFM, tiene la misma posición y quiere “evitar poner a los terroristas al mismo nivel que a las víctimas”.
Sin embargo, el periódico conservador, Le Figaro seguirá identificando a los autores de atentados, “para no alimentar teorías de conspiración y como elemento objetivo esencial de la información.”
Por su lado, la televisión pública francesa, ha decidido “resistir a la autocensura y a las grandes declaraciones de intención”.
Según el Consejo Superior del Audiovisual (CSA), a veces los medios de comunicación cometen errores, como este de la televisión privada BFM cuando reveló, en directo, el escondite de un rehén. O el de la cadena pública France 2, que tuvo que disculparse por difundir, tras el ataque de Niza, la entrevista de un hombre junto al cadáver de su esposa.
La realidad es que cada vez es más delicado lograr un equilibrio entre la información y una necesaria distancia. En cuanto a su posición, Euronews ha decidido mostrar la realidad, basándose en hechos; y considera que la identidad y las fotografías de los terroristas forman parte de la información que ofrece a sus telespectadores.