Donald Trump está consiguiendo, a golpe de polémicas y declaraciones incendiarias, abrir vías de agua en el Partido Republicano.
PUBLICIDADDonald Trump está consiguiendo, a golpe de polémicas y declaraciones incendiarias, abrir vías de agua en el Partido Republicano. En las filas conservadoras el malestar se extiende y ya hay varios congresistas que han anunciado que no votarán al magnate en las próximas elecciones. En especial no ha gustado que Trump no apoye públicamente de cara a la reeleción a figuras de su propio partido, como el senador por Arizona, John McCain, o el congresista Paul Ryan, actual portavoz republicano en el Congreso. Incluso Mike Pence, el candidato a la vicepresidencia, se ha desmarcado de Trump ya ha decidido respaldar a Ryan. “Mike vino a verme el otro día y yo le dije: mira Mike, ¿te gusta Ryan? Pues adelante. Y él le dio su respaldo”, reconocía Trump durante un mitin.
Mientras el magnate sigue embarcado en polémicas y divide a los suyos, su candidatura parece perder fuelle frente a la de Hillary Clinton, que le lleva diez puntos en las encuestas. Karyn Bowman, analista de The American Enterprise Institute dice que “está aumentando la preocupación en la jerarquía del Partido Republicano sobre la candidatura de Trump. Cada día enfurece a alguien con una nueva declaración. No apoya a sus principales candidatos… Así que la alarma crece dentro del partido”.
Entretanto, Melania Trump suma una nueva polémica. Mientras su marido carga tintas contra los inmigrantes, algunos medios estadounidenses aseguran que Melania, de origen Esloveno, trabajó ilegalmente en el país antes de conseguir los papeles. La exmodelo lo niega y asegura que siempre cumplió la ley.