Moscú ha calificado de “política exterior impredecible y agresiva” las nuevas sanciones de Washington y la expulsión de 35 diplomáticos rusos.
PUBLICIDADMoscú ha calificado de “política exterior impredecible y agresiva” las nuevas sanciones de Washington y la expulsión de 35 diplomáticos rusos.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, ha señalado que el presidente ruso se reserva el derecho de responder a las decisiones estadounidenses con medidas que respetarán el principio de “reciprocidad”. También que dichas medidas se adoptarán sin prisa, pero causarán “notables molestias” a Estados Unidos.
“Estamos totalmente en desacuerdo con cualquiera de las acusaciones sin fundamento contra Rusia. En nuestra opinión, este tipo de acciones de la actual administración en Washington son una manifestación, por desgracia, de una impredecible e incluso se podría decir agresiva política exterior”, ha dicho.
Breaking: Kremlin spokesman vows retaliation against U.S. sanctions https://t.co/TWHZVlptlY
— Washington Post (@washingtonpost) 29 de diciembre de 2016
El Gobierno ruso reaccionaba así a las sanciones anunciadas por el presidente Barack Obama, las más duras adoptadas durante sus ocho años en la Casa Blanca.
Se trata de la expulsión de 35 diplomáticos rusos y sus familias en un plazo de 72 horas, el cierre de dos centros propiedad del Gobierno ruso en Nueva York y Maryland, así como sanciones económicas que implican la congelación de bienes de dos de las principales agencias de inteligencia rusas.
Obama culpa al Kremlin de intervenir en las elecciones presidenciales estadounidenses, del pasado 8 de noviembre, llevando a cabo ciberataques para dañar a la candidata demócrata, Hillary Clinton.
El presidente electo de Estados Unidos, el republicano Donald Trump, ha anunciado reuniones la semana que viene con los responsables de la inteligencia de su país para analizar la supuesta injerencia rusa.
After Obama sanctions Russia, Trump says it’s time “to move on to bigger and better things” https://t.co/SjoGcegDs7
— Washington Post (@washingtonpost) 30 de diciembre de 2016