Continúa la tensión entre la Casa Blanca y el Kremlin.
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Continúa la tensión entre la Casa Blanca y el Kremlin.
A pocos días para que Donald Trump se instale en el Despacho Oval, la administración Obama ha decidido sancionar a cinco ciudadanos rusos, entre ellos un estrecho colaborador del presidente ruso Vladímir Putin y los autores del envenenamiento de Alexander Litvinenko.
Esta vez el castigo de Washington no tiene nada que ver con los ciberataques cometidos durante el periodo electoral, sino con la violación de los derechos humanos. Cada año el Gobierno estadounidense actualiza la lista “Magnitski”, sancionando a ciudadanos rusos con la prohibición de visados para viajar a Estados Unidos y bloqueando sus activos en el país norteamericano.
Además de los dos responsables de la muerte del ex agente secreto Alexander Litvinenko, envenenado en Londres en 2006, y de otros dos exfuncionarios rusos, Washington castiga directamente a un estrecho colaborador de Putin, Alexander Bastrykin, director de una agencia anticorrupción.
Unas sanciones que para el Kremlin solo sirven para degradar las relaciones entre los dos países.