Se extienden las protestas contra la Ley de “los parásitos sociales” en Bielorrusia.
Se extienden las protestas contra la Ley de “los parásitos sociales” en Bielorrusia. De Minsk, el pasado viernes, a Gomel, segunda ciudad del país este domingo (junto a otras cuatro ciudades más), miles de personas han salido a las calles en señal de rechazo a la nueva norma impulsada por el Gobierno que impone una multa de 235 euros a quien trabaje menos de seis meses al año.
“Tengo una pensión de dos millones de rublos bielorrusos después de trabajar en un jardín de infancia durante 25 años. Gasto un millón y medio”, explica una manifestante, “o sea el equivalente a 265 euros en agua, electricidad y transporte. Nuestro presidente tiene un morro tan grande que no cabe en la pantalla de la televisión, lo mismo que el resto de la administración, a costa nuestra”.
Jaleando consignas contra el jefe de Estado, Alexander Lukashenko, en el poder desde 1994, estas protestas son una rara demostración de descontento popular en la autoritaria ex república soviética.
“Toda mi familia trabaja, pero conozco a gente para quien hasta hacerse unos macarrones es un lujo, y esa gente ahora le están diciendo que son ‘parásitos’, ‘alcohólicos’”, explica otra manifestante.
El plazo para pagar la multa termina este lunes y solo el 10 por ciento de los más de 430.000 bielorrusos afectados por la nueva normativa la han abonado.