La mayoría de los presos políticos liberados tras el levantamiento de las sanciones al potasio bielorruso han llegado a Varsovia, donde planean buscar protección internacional. Los polacos Maria Kolesnikova y Viktor Babaryka viajarán a Alemania.
Este jueves por la mañana, 89 ex presos políticos bielorrusos llegaron a Varsovia procedentes de Ucrania, adonde fueron deportados inmediatamente después de su liberación el 13 de diciembre.
Además de familiares y amigos, fueron recibidos por el representante del Ministerio de Asuntos Exteriores polaco para la cooperación con las Fuerzas Democráticas Bielorrusas, Adam Halaczynski, el embajador alemán en Polonia, Miguel Berger, y el vicepresidente del Gabinete de Transición Unida, Pavel Latushko.
Según este último, todos los que lleguen serán alojados en un hotel y luego en un refugio especial. Se les proporcionará comida y atención médica y psicológica. La mayoría tiene previsto solicitar protección internacional. "Lukashenko deporta a la gente. También está infringiendo la ley, privándoles de sus documentos, y ahora se encuentran en una situación difícil. Y es importante que todos juntos les apoyemos y luchemos por la libertad de todos", declaró Latushko.
Entre los que llegan a la capital polaca se encuentran Maria Kolesnikova, una de las líderes de las protestas de 2020, y el ex candidato presidencial Viktor Babariko. Ambos se dirigirán desde Varsovia a Alemania, que ha dicho estar dispuesta a recibirlos.
También se encuentran entre los liberados la ex redactora jefe del portal 'Tut.by' Marina Zolotova, el miembro del Consejo de Coordinación de la oposición bielorrusa Maxim Znak y el crítico literario y politólogo Alexander Feduta.
"Muchas gracias a la parte ucraniana, a la polaca y a la lituana. Muchísimas gracias a los estadounidenses. Esto es lo único que puedo decir en este momento. Por favor, no esperen que hagamos comentarios. No porque tengamos miedo, sino porque estuvimos, como ellos lo llaman, en cautiverio de extranjeros", se dirigió Feduta a los periodistas.
El 13 de diciembre de 2025, en el marco de los acuerdos entre Minsk y Washington, Alexander Lukashenko liberó a 123 personas (110 ciudadanos de Bielorrusia y 13 extranjeros) con la condición de su posterior salida del país. La mayoría de ellos fueron deportados a Ucrania, y el resto, a Lituania.
El mismo día, el fondo de solidaridad BySol anunció el inicio de la recogida de donativos para los ex presos políticos, que ya ha superado los 250.000 euros.