El socialista Benoît Hamon, al timón de un partido que hace aguas

El socialista Benoît Hamon, al timón de un partido que hace aguas
Por Escarlata Sanchez
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En Francia, un reciente sondeo sitúa al candidato del PS, Benoît Hamon, en cuarta posición en las presidenciales, lo que ha provocado un “sálvese quien pueda” en el navío socialista al que se ha unido

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En Francia, un reciente sondeo sitúa al candidato del PS, Benoît Hamon, en cuarta posición en las presidenciales, lo que ha provocado un “sálvese quien pueda” en el navío socialista al que se ha unido Manuel Valls.

“Creo que no hay que poner en riesgo a la República. Por lo que “votaré por Emmanuel Macron”
:http://www.abc.es/internacional/abci-manuel-valls-anuncia-votara-macron-y-no-hamon-candidato-propio-partido-201703290859_noticia.html. Asumo mi responsabilidad. No se trata de estar contento, sino de ser razonable.”

Y aquí está Manuel Valls, exprimer ministro socialista derrotado en las primarias, que se desdice tan solo dos meses después de reconocer su derrota ante el candidato elegido por los militantes.

“Para mí tiene una profunda importancia el respeto del compromiso adquirido. Benoît Hamon es a partir de ahora el candidato de nuestra familia política y le corresponde a él la gran misión de unirnos.”

Una misión boicoteada por los propios barones del partido. Lo nunca visto. Hamon tiene que hacer campaña bajo la bandera de un partido en descomposición.

Tras esta última traición de Manuel Valls, Hamon ha pedido el apoyo de los comunistas y del candidato de izquierda radical Jean-Luc Mélenchon.

Con un programa decididamente de izquierdas, Hamon cuenta con el apoyo inquebrantable de algunos miembros del partido como la alcadesa de París, Anne Hidalgo, la ministra de educación Najat Vallaud-Belkacem, la exministra de justicia, Christine Taubira, la alcadesa de Lille Martine Aubry o el exministro de economía, Arnaud Montebourg.
Otros pesos pesados se han unido al movimiento “En Marcha” de Emmanuel Macron como Gérard Collomb, alcalde de Lyon, Bertrand Delanoë, ex alcalde de París, recientemente el Ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian y ahora, Manuel Valls.

Deserciones que se suceden sin recibir sanciones por parte de las instancias del Partido Socialista. Sin embargo, su secretario general, Jean-Christophe Cambadelis, lo recordaba el pasado diciembre: “El día en que tengamos un candidato a las elecciones presidenciales, todos los diputados deberán apoyarle. Yo estoy a favor de que se respeten los estatutos. Debe respetarse siempre la ley.”

Y los estatutos del Partido Socialista son muy claros. La lealtad al partido es objeto de un artículo, al igual que las reglas que rigen las primarias. por lo que los candidatos a la primaria deben comprometerse a apoyar públicamente al candidato designado y participar en su campaña.

Pero, ¿por qué no se respetan las reglas, ni la voluntad de los 2 millones de votantes que eligieron a Hamon como candidato? ¿Por qué el secretario general del PS no aplica los estatutos? ¿Se trata de un juego político de traiciones y maniobras justo antes de la cita con las urnas?

Es probable que los desertores sueñen con hacerse un hueco en la foto de familia del próximo gobierno. ¿Renunciarán entonces a la etiqueta socialista?

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