La economía del Reino Unido se verá ralentizada este 2017 y 2018. Así lo prevé la OCDE en su proyección, en la que mantiene que el PIB británico se debilitará un 1,6% este año y un 1% el que viene. En estos datos el organismo asume que el país gozará de un trato de favor una vez abandone la UE en 2019.
Además, se espera que los hogares continúen apoyando su consumo reduciendo aún más sus tasas de ahorro y que la inversión empresarial se contraiga por los menores márgenes de beneficios empresariales. Un crecimiento más débil podría elevar la tasa de desempleo a más del 5%.