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Eslovenia ha recibido por todo lo alto a Goran Dragic y al resto de la selección de baloncesto, flamante campeona de Europa por primera vez en su historia. Los chicos del Eurobasket se han convertido en héroes nacionales en este pequeño país balcánico, de poco más de dos millones de habitantes, en especial por haberse impuesto en la final nada menos que a Serbia.
Esta victoria ha creado un sentimiento de euforia y unidad nacional. Decenas de miles de personas se congregaron en centro de Liubliana en una gran fiesta retransmitida en directo por las principales cadenas de televisión.
La prensa eslovena ya define a Goran Dragic, el líder del equipo, que contribuyó al triunfo con 35 puntos, como el Messi del baloncesto. La final frente a Serbia fue el programa más visto en la historia del país.