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La cultura y el ocio se resienten a causa de la crisis catalana. Desde el Gremio de Hoteles de Barcelona explican que, junto al reto independentista, el atentado del 17 de agosto y los problemas en el aeropuerto del Prat han provocado una caída de entre ocho y diez puntos en la ocupación hotelera, que ha pasado de alrededor del 90% en octubre de 2016 al 80% actual.
En cuanto al transporte marítimo, este mismo mes tres cruceros que iban a atracar en la capital catalana fueron desviados a Valencia, y Costa Cruceros acaba de advertir a sus pasajeros de “disturbios civiles” en Barcelona y les ha pedido que eviten las fotografías a manifestantes y policías.
Por su parte, Sociedad Civil Catalana, favorable a la unidad española, indica un descenso del 40% en las ventas alrededor de la Plaza de Cataluña. El Liceo, uno de los centros culturales más representativos de Barcelona, ha perdido 400.000 euros por la venta de entradas entre septiembre y octubre, lo que supone una caída del treinta por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior.