PUBLICIDADPor sorpresa. El primer ministro del Líbano, Saad Hariri, ha dimitido. El anuncio lo realizaba a través de un discurso televisado desde Arabia Saudí en el que denunciaba la preparación de un atentado para acabar con su vida al tiempo que criticaba la injerencia de Irán tanto en su país como en el mundo árabe.
Su anuncio ha sido acogido de manera desigual en la calle. “Seguramente las cosas van a ir de mal en peor porque Hariri estaba ayudando mucho al país, estaba ayudando a prevenir guerras, a prevenir el terrorismo, pero desafortunadamente ha dimitido. No sé por qué, quizá por presión de Arabia Saudí o porque Hezbolá se niega a dejar las armas”, señala una mujer.
“Da igual. Con o sin él el país no está funcionando. Pasa siempre igual. Lo que sea que le hayan dicho que haga lo hará. Y eso es todo”, apunta otro hombre.
أبرز ما جاء في كلمة دولة رئيس مجلس الوزراء سعد رفيق الحريري pic.twitter.com/pztsyFHcgS
— Saad Hariri (@saadhariri) 4 de noviembre de 2017
Hariri, que ocupaba el cargo desde el pasado mes de diciembre, asegura que el Líbano vive un clima “similar” al de 2005 en los días previos al asesinato de su padre, el entonces primer ministro Rafic Hariri, que murió en un atentado por el que están siendo juzgados cinco miembros del grupo chií Hezbulá en el Tribunal Especial para el Líbano.