PUBLICIDADLa prensa británica se hacía eco este martes por la mañana del anuncio del compromiso real. Una noticia que parece haber alegrado no solo a la pareja y a sus respectivas familas sino también a todos los británicos.
Poco después del posado oficial, ante las puertas de Kesington Palace no se hablaba de otra cosa.
“Es una buena noticia. Nos la merecemos. Todo el mundo está feliz, todo el país. Y los americanos también deben estar encantados con el hecho de que una de sus chicas se case con un miembro de nuestra familia real. Es maravilloso”, decía una señora.
Al otro lado del Atlántico, todo el mundo hablaba también de la noticia.
“Normalmente pienso que la familia real es algo muy anticuado, algo de la vieja escuela. Pero Enrique ha conseguido ir en contra de todo esto de muchas maneras. No creo que su familia esté tan encantada como dice pero como hijo de la Princesa Diana, creo que esta es la mejor manera que ha tenido de rendirle homenaje”, asegura una chica en Nueva York.
“Este multinacionalismo es muy importante porque muestra que el mundo no es algo uniforme, del mundo forman parte personas muy diferentes”, afirma una señora.
Para muchos estadounidenses, el anuncio de este compromiso es un signo de modernidad.
“Esto no hubiese pudido ocurrir hace 50 años. Divorciada, negra, americana… Los tiempos están cambiando, Señor Trump”, explica otra mujer.