La crisis económica provoca un incremento de los llamados 'blocos', las fiestas más sencillas que se celebran fuera del Sambódromo
Más sencilla, más barata y más popular. La crisis económica que vive Brasil ha provocado que las calles recuperen protagonismo en los carnavales de Río de Janeiro que comienzan este viernes y durarán hasta el martes. Hace once años el país vivía un momento álgido y tan solo había trescientos blocos, como se denomina a estas celebraciones más modestas. El número actual es el doble. En total se espera un millón y medio de turistas, alrededor de un 30% más que el pasado año.
Un ciudadano portugués asegura que estas fiestas son "más felices, más alternativas" ya que "no hay que ser nadie importante como para estar en el Sambódromo y pagar por ello, aquí las personas sin hogar están bailando con los médicos".
Además de los 17.000 efectivos de la Policía Militarizada. por primera vez cerca de 3.000 agentes de seguridad privada vigilaran las calles. Aquí la celebración es mucho más económica que los más de 1500 euros que puede suponer al acceso al Sambódromo.