Milllones de fieles en todo el planeta conmemoran de diferentes maneras el acontecimiento más importante de su religión: la resurrección de Cristo.
El mundo ortodoxo celebra su Pascua. Millones de fieles en decenas de países celebran este fin de semana el momento más sagrado de su religión: la resurrección de Cristo.
En la isla de Corfú, en Grecia, el Sábado Santo se celebra como cada año con el lanzamiento de los 'botides', botijos llenos de agua que los corfiotas arrojan a la calle desde sus balcones.
En Moscú, los creyentes rusos se dan cita en la Catedral de la Epifanía de Yelokhovo. Todos ellos llevan, ya sean comprados u horneados por ellos mismos, el tradicional "kulichi" o pan dulce, así como huevos de pascua, debidamente decorados y bendecidos por un sacerdote con agua bendita.
Por la noche, las iglesias y catedrales ortodoxas de toda Rusia celebran una solemne ceremonia. En Cristo el salvador, la catedral más grande de la capital, el patriarca Kirill dirige un servicio al que tradicionalmente asiste el presidente Vladimir Putin.
En Jerusalén se celebra 'el milagro del fuego'. Como cada Sábado Santo ortodoxo, miles de personas se dan cita en el Santo Sepulcro para presenciar el llamado descenso del fuego del cielo, el cual simboliza la resurrección de Cristo.
Como manda la tradición, el actual patriarca ortodoxo de Jerusalén, Teófilos III, es el encargado de rezar en el interior de la basílica hasta que de esta emana una llama que será propagada de vela en vela por toda la ciudad vieja, cargada de fuertes medidas de seguridad.
