Los cinco miembros de una familia, los primeros de los cerca de 700.000 refugiados que huyeron a Bangladés, regresan a Birmania.
Vuelven a casa. Los cinco miembros de una familia rohinyás, los primeros de los cerca de 700.000 refugiados que huyeron a Bangladés, regresan a Birmania después de meses de tensas negociaciones con Daca y las advertencias de Naciones Unidas que considera que aún no se dan las condiciones necesarias para garantizar la seguridad de estas personas.
Las autoridades del país no reconocen la ciudadanía a los rohinyás. Esta minoría musulmana ha denunciado asesinatos masivos, violaciones, torturas e incendios cometidos por las fuerzas de seguridad birmanas. El Ejército niega los abusos. La ONU considera que se trata de una limpieza étnica.
En enero los Gobiernos de Bangladés y Birmania acordaron la repatriación en el plazo de dos años.