La figura enigmática e impasible de la primera dama estadounidense ya acompaña a la de Donald Trump en el museo de cera de Nueva York.
Melania Trump se ha quedado de cera. Impecable en su vestido azul y todavía más impertérrita que de costumbre, la figura de la primera dama estadounidense se ha sumado a la de su marido en el museo de cera de Nueva York.
De la estatua también emana un cierto carácter enigmático, aunque según el exportavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, Melania sea mucho más de lo que transmite.
"Es muy solidaria, culta y siempre se muestra interesada por la actualidad. Siempre que puede, le gusta compartir sus impresiones sobre lo que sucede, como tuve la oportunidad de comprobar, y es increíblemente realista", asegura Spicer.
Ella luce mirada azul de tigresa y tiene las piernas cruzadas. Él se muestra desafiante. Mientras corren rumores sobre la crisis de la pareja presidencial, los Trump se reencuentran en un museo.