La reforma quedó aplazada, la semana pasada, hasta 2023.
Los jubilados españoles reciben un jarro de agua fría desde Bruselas. La Comisión Europea aconseja al Gobierno de Mariano Rajoy tomar medidas para rebajar el déficit de la Seguridad Social. Para ello le insta a poner en marcha la reforma de las pensiones aprobada en 2013. Esta reforma vincula las prestaciones por jubilación a la esperanza de vida. Su aplicación quedó aplazada, la semana pasada, al menos hasta 2023, tras el pacto del PP con el PNV para poder sacar adelante los presupuestos. Dicho acuerdo estipula que las pensiones subirán en función de los precios. El resultado tangible, tras meses de protestas de los jubilados, es una subida de las pensiones del 1,6% este año y en 2019.
La recomendación del Ejecutivo comunitario aparece en un informe sobre la situación de las pensiones en Europa. En él se pide a todos los estados miembros no solo que tomen medidas para garantizar la viabilidad de las pensiones, sino también para reducir la brecha de género. El documento sitúa a España como el cuarto país donde los jubilados reciben mayores ingresos que el resto de la población.
