Cien mil personas acudirán a la ciudad para ser testigos del 'sí, quiero' entre el príncipe y la actriz en la ciudad de Windsor. Miles de agentes de Scotland Yard vigilarán el enlace. Solo la seguridad costará 34 millones de euros.
Windsor se blinda ante la boda del año. Miles de policías a caballo, a pie, armados y desarmados, velarán por la seguridad del enlace, este sábado, entre el príncipe Enrique y la actriz estadounidense Meghan Markle. La pareja se dará el sí quiero en la capilla de Saint George del Castillo de Windsor, donde estarán desplegados unos 4.200 agentes de Scotland Yard.
"No hay una amenaza particular para este evento -asegura el superintendente de Policía Jim Weems-. No hay información de la inteligencia que diga que sea un blanco. Pero la gente es consciente de las atrocidades ocurridas en el Reino Unido el año pasado, y en los últimos 18 meses en Europa".
Se espera que más de 100.000 personas lleguen a la ciudad de Windsor con motivo de la boda real, que solo en seguridad costará unos 34 millones de euros, según la prensa británica. Todos deberán someterse a estrictos controles de seguridad.
Abrumados por la avalancha de gente y el despliegue de seguridad, muchos de los habitantes de Windsor han abandonado la ciudad hasta que pase la boda real.