Miles de daneses se han congregado en la plaza del Palacio de Amalienborg para desearle otros cincuenta años más.
El heredero al trono Federico de Dinamarca se ha asomado este sábado por la mañana al balcón del Palacio de Amalienborg, en Copenhague, para celebrar junto a miles de daneses que hoy cumple 50 años. Pero no lo hacía solo. Junto a él, su mujer, la princesa heredera Mary, sus cuatro hijos y su madre, la reina Margarita. Mientras tanto, en el de palacio de Christiansborg, situado en una pequeña isla en el puerto de la ciudad, los cocineros reales trabajan a contrarreloj para que todo esté listo esta noche, cuando la reina Margarita inaugure la cena de gala en honor a su hijo. Al banquete acudirán invitados de otras casas reales escandinavas.