Pese a que ambos líderes han hecho historia con su cara a cara, de la cumbre han salido más promesas y declaraciones de intenciones que detalles concretos sobre cómo se va a materializar esta nueva entente.
PUBLICIDADLa cumbre en Singapur entre el presidente estadounidense y su homólogo norcoreano ha sido más histórica por las imágenes que ha proporcionado que por el contenido.
Pese a que Trump y Kim Jong-un prometieron este martes en una declaración conjunta "un cambio a escala mundial" tras su reunión, han sido más bien parcos a la hora de hablar de cómo se procederá a la desnuclearización de la Península de Corea y de qué garantías de seguridad dará Washington.
A lo que sí se comprometió Trump es a la suspensión de las maniobras militares conjuntas que realiza su ejército con el de Corea del Sur desde hace décadas.
Donald Trump, presidente de Estados Unidos: "Quiero sacar de Corea del sur a nuestros soldados. Quiero llevarlos de vuelta a casa. Ahora tenemos allí 32,000 hombres. Y me gustaría que volvieran, pero eso no forma parte de la ecuación ahora. En algún momento espero que sí, pero no en este momento. Vamos a acabar con los juegos de guerra, lo que nos ahorrará una enorme cantidad de dinero".
Aunque parte de la prensa internacional considera ya un avance el hecho de que sea la primera reunión entre mandatarios de ambos países tras casi 70 años de enfrentamiento, algunos tienen pocas expectativas tras 25 años de negociaciones fallidas.
Michael Kovrig, asesor principal para el noreste de Asia del International Crisis Group: "Todo el trabajo que lleva negociar los detalles, el mismo tipo de detalles que han hecho que hasta ahora fracasen todos los acuerdos con Corea del Norte, se ha dejado para más tarde, para que lo traten el Secretario de Estado Mike Pompeo y sus interlocutores norcoreanos. Y no está claro cómo van a hacerlo".
Trump puso rumbo a washington prometiendo que esta fue solo la primera de una larga serie de reuniones con su "nuevo amigo".