El aeropuerto de París ofrece clases de yoga para relajar a los viajeros
Las colas, las esperas, los controles, cargar con el equipaje... el paso por el aeropuerto supone un esfuerzo físico, especialmente si se realizan viajes largos o con escalas.
Las muchas horas de vuelo sentado, sin apenas espacio para moverse, pueden ser muy molestas e incluso causar lesiones de espalda, por eso en el aeropuerto Charles de Gaulle de París se ha destinado un espacio para hacer yoga.
"Aquí trabajamos el cuerpo físico: se relajarán, estirarán, relajarán la columna vertebral. Tiene un doble efecto, un doble beneficio: en la mente y en el cuerpo, cuenta Katia Seddiki, profesora de yoga.
Esta práctica permite relajar a los viajeros antes o después de su vuelo y emplear en algo útil las largas esperas para el embarque. Kasha, una turista estadounidense que regresa a Washington después de un viaje a Tailandia, ya lo ha probado y agradece la iniciativa: "regresaré de Tailandia, a través de Singapur. Ya he tenido dos vuelos, unas 15 horas de viaje, así que poder hacer yoga antes de otro vuelo más que durará ocho horas es realmente bueno".
Desde el aeropuerto aseguran que se han querido sumar a la moda del yoga por lo sencillo que es adaptar el espacio y los efectos relajantes que tiene. Sólo ha sido necesario poner unas esterillas y traer un profesor para poner en marcha la iniciativa.