El Kremlin ha asegurado que Washington está buscando una confrontación y que, en el caso de seguir adelante, responderán con medidas de represalia.
Rusia no ha tardado en responder a la amenaza de Estados Unidos de imponerle nuevas sanciones por el caso Skripal.
El Kremlin ha asegurado que Washington está buscando una confrontación y que, en el caso de seguir adelante, responderán con medidas de represalia.
Hace menos de un mes los presidentes de ambos países mantuvieron una reunión en Helsinki para aliviar tensiones:
"Hablar con Rusia desde una posición de fuerza y con un lenguaje de ultimátum es inútil y no tiene futuro. Rusia comenzará a trabajar en medidas de represalia para responder a otro acto hostil de Washington. Es este contexto, resulta extraño que la Administración estadounidense confirme su disposición a mejorar las relaciones con Rusia. Es pura hipocresía", afirmaba la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova.
Washington tiene previsto aplicar en dos semanas sanciones a la exportación de productos tecnológicos a Rusia, que podrían tener un fuerte impacto económico.
Además ha dado tres meses a Moscú para que permita una inspección de la ONU en territorio ruso para garantizar que no volverá a emplear armamento químico.
En caso de no cumplir impondría sanciones mucho más duras que provocarían la ruptura de las relaciones diplomáticas y comerciales entre ambos países.
Estados Unidos ha decidido imponer sanciones en respuesta al envenenamiento del exespía Sergei Skripal y su hija Yulia en el Reino Unido. Tanto Londres como Washington consideran que Rusia está detrás de este ataque, que se produjo con un agente nervioso de fabricación rusa.