En torno a 450 personas resultaron heridas en Bucarest el viernes, entre ellas varios agentes de policía, en una multitudinaria manifestación contra el Gobierno rumano
Vuelven las protestas en Rumanía. Más de 40.000 rumanos se manifestaron este sábado en Bucarest para rechazar la violencia que la policía empleó el viernes durante una multitudinaria manifestación antigubernamental, que se saldó con 450 heridos, 30 de ellos agentes.
El propio presidente de Rumanía, el conservador Klaus Iohannis, criticó la “brutal manera de proceder” de la Policía contra los manifestantes y acusó al gobernante Partido Social Demócrata de llevar al país hacia el caos.
La ministra del Interior, Carmen Dan, explicó que las fuerzas del orden actuaron contra grupos organizados de ultras, ligados a equipos de fútbol, y que lo hicieron solo cuando fueron atacados.
Sin embargo, se han difundido vídeos que muestran a manifestantes pacíficos mientras son apaleados por los agentes.
Los manifestantes reclamaron otra vez la dimisión del Gobierno, al que acusan de corrupto y de socavar la independencia de la justicia, así como de eliminar delitos que ayudarían a los corruptos a evitar la cárcel.