La mitad de los llegados por mar a España en el último siglo lo hicieron en el último año y medio, según datos de la OIM
PUBLICIDADEra la segunda vez que el Aquarius quedaba a la deriva, cargado de personas rescatadas de pateras, y a la espera de un puerto seguro que le permitiera desembarcar. El rechazo de Italia y Malta a recibir migrantes en sus puertos se ha convertido en la norma y la Unión Europea está teniendo que buscar otras fórmulas para resolver la crisis humanitaria entendiendo, por fin, que la frontera Europea es común a todos los Estados miembros y no sólo un problema de los países del sur.
Es lo que llevan tiempo pidiendo ONG como Proactiva Open Arms: "Esperamos que Europa se posicione y no siga abandonando a los países receptores como ha estado haciendo hasta ahora. Porque al final este abandono a lo que lleva es al avance de la ultraderecha que se ha producido ya en Italia", ha dicho Gérard Canals.
En este caso ha sido necesaria la coordinación de un plan de acogida de los 141 migrantes del Aquarius antes de que Malta haya accedido al desembarco. Para esta distribución ha sido crucial la iniciativa de España.
Con la llegada del nuevo gobierno socialista de Pedro Sánchez, la política migratoria española ha dado un giro de 180º.
España está sufriendo, de una manera creciente, la crisis migratoria a través del Mediterráneo. Ya es el país que más migrantes recibe por vía marítima, seguido de Italia. Más de 25.000 personas en lo que llevamos de año, lo que supone el triple que en el mismo periodo de 2017.
Y la tendencia no ha dejado de aumentar en los últimos años. Desde 1999, España ha recibido a 95.000 migrantes por vía marítima, pero más de la mitad de las llegadas, 47.000, se han producido en el último año y medio, según los datos de la Organización Internacional para las Migraciones.
Por eso se busca reforzar la cooperación con Marruecos, para evitar que se convierta en la nueva Libia.