El palestino Abu Zeid lleva ya dos semanas faenando con su nueva embarcación, que construyó usando el plástico que encontró en las costas de Rafah.
A grandes males, grandes soluciones. Eso es lo que pensó el pintor palestino Moad Abu Zeid. Desempleado, y harto de ver cada día cómo se acumulaban en el mar cientos de botellas de plástico, decidió combinar su necesidad de llegar a fin de mes con su interés por proteger el medioambiente.
Así tomó 700 botellas y construyó su propio bote pesquero, con el que está conseguiendo ganar suficiente dinero para mantener a sus cuatro hijos.
"La idea fue diseñar la embarcación con botellas de plástico vacías. Tengo también otras ideas pero hoy día se tiran muchas botellas a las playas y espero con esta medida salvar el medioambiente", afirmó Zeid.
Entre cuatro y nueve euros diarios
Abu Zeid lleva ya dos semanas faenando con su nuevo juguete junto a dos de sus hermanos. Pescan al día entre cinco y siete kilos de sardinas, salmonetes y otros peces pequeños, que venden a transeúntes recaudando entre cuatro y nueve euros diarios. Y eso que por culpa del bloqueo de Gaza, el improvisado pescador afirma no ser capaz de encontrar material propio de pesca. Lo hace con un gancho.