El ahora nonagenario era guardia de un campo de concentración de la Alemania nazi en Polonia y se le acusa de complicidad en la muerte de 7.000 judíos
PUBLICIDADEstados Unidos deporta al último sospechoso de crímenes del Nazismo. A primera hora de la mañana del lunes han sacado a Jakiw Palij de su casa de Nueva York en una camilla para trasladarlo a Alemania.
Palij, que ahora tiene 95 años, era guardia voluntario en un campo de concentración de la Polonia ocupada por los nazis. Está acusado por Washington de complicidad en el asesinato de 7.000 judíos.
Su deportación se produce 25 años después de que por primera vez fuera investigado por sus crímenes durante la II Guerra Mundial y admitiera haber mentido para entrar en Estados Unidos, asegurando que había pasado la guerra como agricultor y trabajador de una fábrica. El exmiembro de las SS vivió en silencio en EEUU desde 1949 como dibujante y luego jubilado hasta que en 2003 le fue retirada la ciudadanía tras salir a la luz la verdad sobre su pasado.
Estados Unidos llevaba desde 2005 intentando expulsarlo del país, ya que los tribunales estadounidenses no le pueden juzgar por crímenes cometidos durante la II Guerra Mundial que no hayan tenido lugar en su territorio.
Alemania había rechazado hasta ahora hacerse cargo de Palij al no haber poseído nunca la ciudadanía alemana y porque no existía ninguna orden de detención en su contra por asesinato o complicidad en asesinato. Sin embargo, tras semanas de negociaciones, el país ha aceptado su readmisión.