Unos mil taxistas han seguido el paro en Portugal según la Federación de Taxis Antral, organizadora de la protesta.
Los taxistas portugueses, en pie de guerra contra los vehículos de alquiler con conductor, los polémicos VTC. Lisboa, Oporto y Faro han quedado bloqueadas por este paro, que denuncia una ley que obliga a coches de plataformas como Uber o Cabify a pagar un impuesto del 5% sobre su comisión de intermediación.
Los taxistas lo consideran la legalización de una competencia desleal.
"No es por la competencia, no estamos en contra de la competencia. Lo que decimos es que para que la competencia sea justa ambas partes deben luchar con las mismas armas. Lo que esta ley establece son dos sistemas legales y dos sistemas impositivos para la misma función social: transportar pasajeros", dice Carlos Ramos, presidente de la Federación Portuguesa de Taxis.
Está previsto que la nueva normativa, aprobada el pasado agosto, entre en vigor en noviembre. Este taxista español, de nombre José Antonio, apoya sus reivindicaciones.
"La lucha es que hay licencias administrativas de taxi que las concede la administración. Y que porque ahora aparezca una plataforma (que ni siquiera es una empresa y que se lleva el dinero a paraísos fiscales), quieren que estén trabajando como los taxis, y entendemos que eso no puede ser. Si el transporte está regulado, tiene que estar regulado".
Unos mil taxistas han seguido el paro en Portugal según la Federación de Taxis Antral, organizadora de la protesta. Mientras, en España, ahora son los accionistas del sector de los VTC quienes preparan grandes movilizaciones contra las medidas de regulación preparadas por el Gobierno de Pedro Sánchez.