Una semana ha pasado desde que el periodista saudí Jamal Khashoggi cruzó el umbral del consulado de su país en Estambul. Desde entonces, todo son especulaciones sobre su paradero. Cada vez más voces exigen pruebas de que sigue con vida.
PUBLICIDADSobre estas líneas aparece la última imagen en la que se ve con vida al periodista saudí Jamal Khashoggi. Tras penetrar hace una semana por esa puerta, la del consulado de Arabia Saudí en Estambul, su paradero es un misterio. El consulado asegura que el periodista se fue, pero, ni su novia, que le esperaba fuera, lo vio, ni las cámaras de seguridad registraron ese momento.
Famoso por sus artículos críticos con el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman, Khashoggi decidió exiliarse a Estados Unidos después de que este último accediera al trono. Organizaciones pro derechos humanos han protestado frente al consulado exigiendo respuestas:
"El consulado saudí no puede exonerarse de su responsabilidad por este incidente permitiendo que se registren sus locales", clamaba altavoz en mano la activista pro derechos humanos Gulseren Yoleri.
Amigos de Khashoggi temen que el periodista fuera asesinado y descuartizado, una denuncia que ha puesto en guardia al presidente turco. De visita en Budapest, Recep Tayyip Erdogan ha pedido a los funcionarios del consulado que demuestren que el periodista abandonó por su pie la legación diplomática.
"Los funcionarios del consulado no pueden salvarse diciendo simplemente que "se ha ido", tienen que presentar pruebas concretas de que se ha ido", ha sentenciado.
Como Estados Unidos, la Unión Europea espera explicaciones por parte de Riad. Lo ha dejado claro desde Lisboa, la jefa de la diplomacia de la UE, Federica Mogherini:
- "Esperamos de las autoridades saudíes una investigación completa y transparente de lo ocurrido", ha zanjado ante las preguntas de la prensa.
Días antes de su desaparición, Khashoggi afirmó en una entrevista televisada que, probablemente, nunca volvería a su país de origen.