La primera ministra británica, Theresa May, ha llegado sonriente al último día de cumbre europea en Bruselas y ha asegurado que "siguen trabajando", tras constatarse el miércoles el bloqueo de las negociaciones del brexit.
El último día de cumbre europea en Bruselas ha comenzado con cierta resaca, tras el fracaso de los líderes comunitarios constatado el miércoles para sacar adelante las negociaciones del brexit.
Sobre la cuestión de una posible extensión hasta 2021 del periodo transitorio posterior a la ruptura entre Londres y Bruselas, la primera ministra británica, Theresa May, ha dicho que están trabajando para garantizar de que no habrá una brecha entre el final de ese periodo transitorio y el momento en el que se instale la futura relación entre el Reino Unido y la Unión Europea. En cualquier caso, señaló May, "queremos asegurarnos de que no habrá una frontera dura entre Irlanda e Irlanda del Norte".
Pocas palabras y optimismo de cara a la galería
Muchos mandatarios prefierieron no deterse ante los micrófonos a su llegada. Quien sí lo hizo fue Antonio Tajani, el presidente del Parlamento Europeo, para explicar que hay tres puntos claves en la negociación del brexit.
Sobre dos de ellos, la cuestión de los derechos de los ciudadanos europeos que viven en el Reino Unido y los británicos que viven en Europa, así como sobre la cuestión del dinero, "parece que hay acuerdo", dijo Tajani. El tercero es el del punto de no retorno en la cuestión de Irlanda. "Tenemos que trabajar en eso. Aún no hay acuerdo pero quiero ser optimista", aseguró.
No obstante, en la reunión de este jueves, el brexit está previsto que ceda el estrellato a otros grandes temas europeos, en especial, la crisis migratoria y el futuro de la zona euro .