Unidos en el dolor, ciudadanos rusos y ucranianos han depositado velas y flores en recuerdo de las 19 personas fallecidas en el ataque perpetrado en un instituto de Crimea.
Unidos en el dolor, ciudadanos rusos y ucranianos han depositado velas y flores en recuerdo de las 19 personas fallecidas en el instituto de Crimea.
Al principio se pensó que podía ser un ataque terrorista, pero las autoridades pronto identificaron al autor del ataque: Vladislav Rosliakov, de 18 años y estudiante del Instituto Politécnico de Kerch, donde se produjo el suceso.
Nadie entiende aún qué llevó a este joven tranquilo y retraído a perpetrar un ataque de este tipo, con armas y explosivos, y a suicidarse posteriormente.
Además de los fallecidos hay medio de centenar de personas heridas, la mayoría adolescentes.
Crimea es una zona de conflicto entre Kiev y Moscú. Rusia se anexionó el territorio en marzo de 2014, desatando una ola de críticas internacionales y sanciones.
Ahora, este dramático suceso ha reabierto las heridas entre ambos países. El presidente ucraniano, Petró Poroshenko, dice que su país tiene jurisdicción para investigar este ataque:
"¿Por qué es importante para nosotros? Porque son ciudadanos ucranianos y cuando se asesina a ciudadanos ucranianos, sea donde sea, es una tragedia".
Por su parte, Rusia ve lo ocurrido como algo de su país y ha agradecido los mensajes de condolencia de otros países. Maria Zakharova es la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia:
"En estos momentos trágicos estamos agradecidos por las palabras sinceras, las condolencias y el apoyo que hemos recibido".
Para los ciudadanos de Kerch, que esperan a las puertas del hospital para saber el estado de sus seres queridos, esta discusión entre Kiev y Moscú puede esperar.