Donald Trump ha declarado la guerra a la supuesta 'invasión' de las caravanas de migrantes. El presidente estadounidense anuncia que solo podrán pedir asilo las personas que entren por los puestos fronterizos y que los soldados podrán disparar si los migrantes tiran piedras.
Donald Trump sigue echando combustible a su incendiario discurso antiinmigración a medida que se acercan las elecciones parlamentarias en Estados Unidos.
En una declaración desde la Casa Blanca, Trump ha reiterado que las caravanas no pasarán la frontera y que los soldados podrán disparar contra los migrantes si estos les lanzan piedras.
"En este mismo momento, grandes caravanas bien organizadas de migrantes marchan hacia nuestra frontera sur. Algunas personas lo llaman una invasión. Es como una invasión. Han invadido violentamente la frontera mexicana. Lo vieron hace dos días", afirmó el mandatario.
Plan para limitar las posibilidades de presentar una solicitud de asilo
Para hacer frente a esa supuesta "invasión", el presidente estadounidense también ha anunciado un drástico cambio en las normas de asilo. Asegura que solo se aceptarán las solicitudes de las personas que entren legalmente por los puestos fronterizos.
Previamente, Trump también anunció su intención de enviar a 15.000 militares a la frontera mexicana para frenar unas caravanas en las que hay, según dijo, "gente mala". De hecho, no duda en responsabilizar a los migrantes del problema de las drogas en Estados Unidos.
"Las drogas son un problema tremendo que destruye a nuestra juventud. Realmente está destruyendo la estructura social. Nunca hubo un problema con las drogas como el actual. Y como ya dije, buena parte de todo esto viene de la frontera sur", aseguró Trump.
El discurso es tan duro que choca incluso entre los republicanos moderados. Unos republicanos que se juegan la mayoría en el Capitolio en las elecciones de la próxima semana.