La Audiencia Nacional ha rechazado la creación de un sindicato de trabajadoras del sexo en España porque considera que aceptarlo sería admitir que el proxenetismo es una actividad legal.
PUBLICIDADLa justicia española ha rechazado este miércoles la creación de un sindicato de trabajadoras del sexo porque considera que aceptarlo sería **admitir que el proxenetismo es una actividad legal. **
Los magistrados han argumentado que la naturaleza de actividades como la prostitución "no pueden ser objeto de un contrato de trabajo válido". Permitir este sindicato equivaldría, según el tribunal, a "admitir que el proxenetismo (...) es una actividad legal".
En concreto, la Audiencia Nacional anunció en un comunicado que había cancelado los estatutos del sindicato OTRAS (Organización de Trabajadoras Sexuales), que había recibido luz verde de la Dirección General del Ministerio de Trabajo en agosto sin que el Gobierno español lo supiera.
"Me han colado un gol por la escuadra", calificó la ministra española de Trabajo, Magdalena Valerio, la aprobación del sindicato a su vuelta de vacaciones. "Como ministra y miembro de un Gobierno feminista jamás habría dado el 'ok' a que esto se publicase en el BOE", insistió y advirtió que pondría en marcha los trámites legales para su anulación.
Euronews habló hace unos meses con representantes del sindicato OTRAS, quienes defendieron la falta de derechos laborales en el sector del sexo, en el que no solo incluyen la prostitución, sino también actores porno o telefonistas de líneas eróticas.
Sindicato OTRAS: "Siempre hay que estar de lado de las mujeres precarias y más pobres"
"Queremos la regularización del trabajo sexual para que los empresarios puedan contratar y las trabajadoras tengan derecho a baja, a sanidad y a una jubilación el día de mañana", explicaron. "Oponerse a que miles de trabajadores y trabajadoras en España no tengan derechos es una locura, me parece que no tiene razón de ser y que no saben nada sobre derecho sindical".
Desde su creación este sindicato ha contado con la oposición de sectores feministas y abolicionistas de la prostitución. Al respecto, OTRAS lamenta que "es muy fácil desde una situación de privilegio decir 'sigue sin derechos'”.
"Siempre hay que estar de lado de las mujeres precarias y más pobres. En este momento no hay mujeres más precarias y más pobres que las trabajadoras de la industria sexual que no tienen derecho a contrato".
En España, la prostitución no está regulada, por lo que depende de normativas municipales que prohíben ejercerla en la calle. Las miembros de OTRAS no abogan por la legalización siguiendo los modelos holandés y alemán, "porque protegen a los empresarios pero descuidan a las trabajadoras y trabajadores", pero sí el neozelandés, que despenalizó completamente esta actividad en 2003.