Trabajan para renacer de sus cenizas. Algunas órdenes de evacuación podrían ser levantadas la próxima semana para las áreas que quedaron devastadas por un incendio forestal en el norte de California
PUBLICIDADTrabajan para renacer de sus cenizas. Algunas órdenes de evacuación podrían ser levantadas la próxima semana para las áreas que quedaron devastadas por un incendio forestal en el norte de California. Varias zonas han recuperado ya el suministro de electricidad y quedan algunas viviendas, las menos, en pie. Quienes residían en la zona ansían el momento de regresar a lo que un día fueron sus hogares. Pero el lugar tardará muchos años en recuperar su aspecto normal. Donde antes había vida hoy no queda prácticamente nada debido a la intensidad de las llamas del que ya es el incendio más mortifero de los Estados Unidos en un siglo.
Al menos ochenta y ocho personas perdieron la vida y, todavía hoy, en torno a doscientas más permanecen en paradero desconocido. Cerca de 19 000 edificios quedaron reducidos a ceniza y cientos de kilómetros cuadrados fueron pasto de un fuego voraz. Las pérdidas humanas y materiales son incalculables. Dicen que el tiempo lo cura todo pero quizá nunca pueda borrar de la memoria, de quienes padecieron el incendio, el estigma de vivir en 'tierra quemada'.