El país ha vivido su cuarto viernes consecutivo de movilizaciones contra los intentos del presidente de perpetuarse en el poder.
Argelia vive su cuarto viernes consecutivo de movilizaciones contra el régimen de Buteflika.
La promesa del presidente de no postularse para un quinto mandato pero sin fijar su fecha de salida, no solo no ha convencido sino que ha enfurecido a la población que exige con más fuerza que nunca que Buteflika se vaya.
Aunque el régimen lleva semanas sin permitir la entrada al país de periodistas extranjeros, las redes sociales ofrecen imágenes de la revuelta pacífica a lo largo y ancho del país que ha puesto al régimen contra las cuerdas.
Tampoco ha conseguido apaciguar los ánimos el nuevo primer ministro, Nuredín Bedui, quien ha asegurado que la semana que viene habrá un "nuevo Gobierno que incluirá gente joven y experimentada".
La población exige fechas concretas para las presidenciales. Una estudiante argelina resumía así la situación: “Queríamos una elección sin Buteflika y nos hemos encontrado a Buteflika sin elección”.