En Smart Regions abordamos uno de los tramos de carretera más peligrosos de Grecia, que se ha convertido en una de las autopistas más seguras del país. Es el resultado de un proyecto respaldado por la Política de Cohesión de la Unión Europea.
El Valle de Tempe era una de las zonas más peligrosas de Grecia. Se producían entre 1 y 2 accidentes mortales por año en la antigua carretera nacional; el más trágico en esa zona fue en 2004, cuando murieron 21 estudiantes de secundaria que iban en un autobús. Pero ahora ese tramo se ha convertido en una de las partes más seguras de una autopista del país heleno. Para los usuarios regulares cruzar esta región ahora es mucho más cómodo. La Autopista A1, cuyo tramo norte se completó hace dos años, conecta Atenas con Salónica. Tres nuevos túneles y puentes han sustituido a la antigua y sinuosa carretera nacional que sube a la montaña, donde se han producido muchos accidentes mortales en las últimas décadas. La nueva infraestructura ha integrado la Ruta Europea E75, que une Noruega con el sur de Grecia.
Desde que se completó este proyecto apoyado por la Política de Cohesión de la Unión Europea, el número de accidentes de tráfico ha disminuido drásticamente. Las obras de construcción han durado seis años más de lo previsto (2008-2017) debido a la crisis griega, pero con el tiempo, las nuevas infraestructuras han contribuido a impulsar la economía local y a mejorar los transportes. A través de los 11 kilómetros de los tres túneles de Tempe, se extiende una enorme red de cámaras de vigilancia de alta tecnología que vigila la situación junto al centro de gestión del tráfico, que funciona 24 horas al día, 7 días de la semana. El túnel de 6 kilómetros de longitud es el más extenso del sudeste europeo.
El tráfico en el nuevo sector está aumentando progresivamente: ha subido un 18% durante los dos últimos años. Alrededor de 11.000 vehículos circulan diariamente por este nuevo tramo, de los cuales el 26% son camiones o autobuses. El tráfico de vehículos pesados ha aumentado un 29% en los dos últimos años, a pesar del bajo crecimiento económico de Grecia.
