Las ganas de votar en las que serán las elecciones que marquen un punto de inflexión en la democracia española se unen a la incertidumbre que presenta la previsión de obtener un parlamento más fragmentado que nunca
PUBLICIDADLas ganas de votar en las que serán las elecciones que marquen un punto de inflexión en la democracia española se unen a la incertidumbre que presenta la previsión de obtener un parlamento más fragmentado que nunca.
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Muchos españoles aún no han decidido a quién darán su voto, pero la mayoría sí sabe lo que no quiere. Algunos de los problemas reales que preocupan a la gente se han pasado por alto durante la campaña.
Agustín Perea, agricultor malagueño, reclama atención para los pueblos pequeños y vaciados, eclipsados por el independentismo catalán. "Me gustaría que el nuevo gobierno dedicara un poco más al tema de la agricultura y la ganadería porque hay muchos jóvenes a los que les gusta pero no se pueden meter en este mundo porque tienen que hacer una inversión considerable y tienen muy pocas ayudas", critica Perea.
Cansada del estigma y la falta de reconocimiento del deporte femenino, la capitana de la selección española de Rugby, Isabel Rico cree que es momento de que la sociedad reflexione. "Hay que conocer la historia para saber dónde estuvimos y dónde queremos llegar", dice. Y cree que se debe terminar con la concepción negativa del feminismo.
La cultura ha sido otra de las grandes ausentes de los debates. Para la bailaora Mariana Collado siempre es la cultura la perjudicada cuando hay recortes y pide que haya más oportunidades de trabajo.
Con una tasa de paro que ha vuelto a incrementarse en casi 50.000 personas en el primer trimestre del año, poco importan los colores de las banderas. "He estado seis meses en el paro, sin cobrar prestación, pidiendo dinero a mi mamá con 41 años", cuenta un ciudadano catalán.
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El empleo, el feminismo, el patriotismo, la corrupción... cualquiera de estas preocupaciones puede inclinar la balanza. Sea hacia el lado que sea, los resultados del domingo podrían inaugurar el primer gobierno de coalición de la democracia española.