Las elecciones han durado un santiamén en la localidad riojana de Villarroya, que, un año más, ha sido la más rápida de todo el país en votar: 47 segundos. Ejemplo de la España vaciada, esta localidad solo tiene 6 vecinos con derecho a voto y todos acudieron puntuales a la cita con las urnas.
PUBLICIDADVisto y no visto. Las elecciones han durado un santiamén en la localidad riojana de Villarroya, que, un año más, ha sido la más rápida de todo el país en votar. Ante la presencia expectante de las cámaras de televisión, sus seis vecinos han acudido puntuales a la cita con las urnas. El alcalde, Salvador Pérez, está más que acostumbrado:
"Aquí la jornada es rápida. Ya habéis visto lo que nos ha costado votar. Cuarenta y siete segundos", explica.
Villarroya es un ejemplo de esa España vaciada de la que tanto se ha hablado durante la campaña electoral, localidades de interior que pierden continuamente población en detrimento de la periferia y las grandes ciudades. Salvador Pérez se muestra pesimista:
"Remediar esto es ya muy difícil. Porque no hay jóvenes y, en lo que respecta al trabajo, lo que aquí hay es campo y ganadería y los jóvenes ya no quieren eso", se lamenta.