Hamás exige el cumpimiento de las condiciones del anterior alto el fuego, que incluyen la mejora de las condicones de vida en la franja y la entrada de ayuda y dinero exterior
PUBLICIDADGaza respira tras estar al borde de una nueva guerra con Israel. Tras el alto el fuego logrado con la mediación de Egipto y que según fuentes palestinas ha entrado en vigor a las 4:30 de la madrugada hora, Tel Aviv ha levantado las restricciones su población civil y en los alrededores de la franja había cierta normalidad y el intercambio de misiles ha cesado.
Pero, como indica Raf Sanchez, corresponsal de The Telegraph en la región, la tregua puede romperse en cualquier momento: "La dinámica fundamental es que Israel y Hamás no pueden llegar a un acuerdo de alto el fuego a largo plazo. Israel pretende la calma total en Gaza, el fin de los cohetes, el fin de las protestas masivas de los viernes por la tarde que han estado ocurriendo durante más de un año. Hamás está buscando el fin del bloqueo o al menos una relajación de los bloqueos que han estado ahogando a Gaza desde 2007. Así que no han sido capaces de encontrar un equilibrio que funcione para ambos lados".
El presidente estadounidense Donald Trump se ha apresurado a salir en defensa de su principal aliado en la región y ha dicho a la población palestina que los ataques desde el territorio solo supondán más miseria.
Hamás por su parte ha exigido que se cumplan los términos implementados en la tregua anterior de marzo y que contemplan la ampliación del area de pesca, la mejora de las condiciones de vida en la franja y la entrada de dinero y ayuda exterior. En los útimos dos días han muerto cuatro civiles israelíes y 23 palesinos de los que solo la mitad pertenecían a milicias.