¿Un jueves negro para Theresa May?

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¿Será este un jueves negro para la primera ministra británica? En el Reino Unido hay quien cree que sí tras la repentina dimisión de Andrea Leadsom, representante del Gobierno en la cámara de los comunes, por sus discrepancias sobre el acuerdo del Brexit que Theresa May quiere someter a una nueva votación a principios de junio. Euroescéptica, Leadsom afirma que ha apoyado completamente el Brexit durante tres años, pero que ya no cree que el Gobierno consiga "materializar el resultado del referéndum" de 2016. El proyecto de May "contiene elementos que no puedo apoyar, que no son Brexit", sentenció.

Theresa May, que está cada vez más aislada, aceptó la renuncia con pesar. No fue un día fácil. En la cámara de los comunes, soportó un bombardeo de críticas lanzadas desde todos los flancos. El líder laborista, Jeremy Corbyn, disparó primero: "Este Gobierno es demasiado débil, está demasiado dividido como para sacar al país del lío que ha creado. Estoy seguro de que nadie se dejará engañar por lo que ofrece la primera ministra".

Pero también fue blanco de la artillería del sector más euroescéptico de sus propias filas:

"¿Qué le va a decir la primera ministra a muchos ciudadanos que piensan que el Gobierno debería haber cumplido su promesa de salida el 29 de marzo con o sin acuerdo?", le expetó el diputado tory John Redwood.

Inasequible al desaliento, May se mantuvo firme:

"No he cambiado mi punto de vista sobre la posibilidad de un segundo referéndum. Creo que deberíamos cumplir la voluntad expresada por los ciudadanos en el primer referéndum", zanjó.

Junto a Holanda, el Reino Unido inicia este jueves la ronda de las elecciones europeas. Según las encuestas, el partido del Brexit del eurófobo Nigel Farage es el máximo favorito. Un descalabro de los tories podría precipitar la salida de May.